
Por Francesca Massone C.
Hay películas polémicas y las películas de Tarantino. Creo que alrededor de la historia cinematográfica nos hemos topado muchísimas veces con una crítica muy variada de las cintas del director, y debo decir que “Había una vez en Hollywood” no es la excepción a la regla.
Si usted espera ver la “realidad” del terrible hecho cometido por la familia Manson, debo advertirle que lo que verá no es real, no es la terrible tragedia que afectó por años la industria del cine, solo son representaciones de algunos de nuestros personajes favoritos con un toque de “y si hubiera pasado esto…”.
Les cuento, “Había una vez en Hollywood” cuenta la historia de un actor que está obsesionado por resurgir con su carrera (Leonardo DiCaprio). Su momento de fama terminó y no puede admitirlo de ninguna manera. Mientras intenta volver a posicionarse en el mundo del cine es acompañado por su doble de acción (Brad Pitt), un hombre solitario vetado por la industria que hace muchísimo tiempo se encuentra en la misma situación de su amigo, lejos de las grandes luces de Hollywood. En el camino de estos dos personajes (los cuales son pura ficción), pasan icónicos personajes de la historia del cine, como Bruce Lee y Sharon Tate (Margot Robbie), pero la tensión la mantendrá las constantes apariciones de unos “hippies” sin moral, los que fueron guiados por uno de los asesinos más terribles de la historia…Charles Manson.
Para mí, esta cinta mantiene la esencia de Tarantino, con una dirección maravillosa, llena de toques basados en las clásicas películas de los 60, como por ejemplo el estilo de transiciones utilizados o incluso la paleta de colores (aunque esto último era necesario por la época a representar). Tarantino nació para dirigir películas con acción y eso se sigue reflejando en esta oportunidad.
Sin dudarlo, una de las cosas más sorprendentes de esta película es su edición de sonido. El todo suena en el cine fue más que tomado en cuenta, ya que en este caso se utiliza muchas veces como recurso la exageración de los sonidos, principalmente de sonidos que puede que no tomemos en cuenta en la vida cotidiana. Este punto es sumamente importante, ya que es parte del lenguaje de Tarantino, es parte de lo que él quiere que prestemos atención, al punto de que toda exageración es clave al transcurso de la historia, algo que me parece maravilloso.
Sin embargo, hay algo que me hizo mucho ruido…el guión. Nunca me había pasado el ver una cinta que desde el principio al clímax sea una y del clímax al final, otra. Esto me descolocó un poco, a pesar de que me encantó toda la historia previa a la cima narrativa, terminé cambiando mi percepción del filme. Parte siendo una historia muy chistosa, con cierto drama algunas veces y luego, hay un gran giro que no quiero adelantarles mucho. Es en esa última parte que se me derrumbó todo, porque de verdad considero que fue una falta de respeto el giro que se le dio a la historia y no, no lo considero por las escenas de violencia a la mujer que tanto se había hablado (y que siempre se han visto en los trabajos del director), sino que creo que es una falta de respeto para las familias de las víctimas de la terrible tragedia que fue el asesinato de Sharon y de otros personajes del cine. Está bien, es Tarantino, pero creo que todo tiene un límite y hay cosas con las que se pueden jugar o fantasear y otras que no.
Con respecto a las actuaciones, debo decir que, según mi criterio, en esta oportunidad he visto la mejor actuación de DiCaprio, me reí como nunca con su personaje y su actuación, me fue un personaje totalmente creíble y me alegra ver su crecimiento actoral. En el caso de Brad, si bien su personaje es divertido y me reí muchísimo, no destaca actoralmente y tampoco lo hace Margot, pero en su caso es porque de verdad no se le dio tanta relevancia a su personaje (como en algún momento se creyó que se le daría por la publicidad de la película). Sinceramente, tiene apariciones para mantener la atención de cuando llegará el momento culmine, pero casi ni tiene diálogos.
También, debo destacar que las ambientaciones y el vestuario de los personajes es muy ad hoc con la época representada, por lo que de verdad te traslada a ella.
“Había una vez en Hollywood” si bien, para mí no es la gran película espectacular que plantearon en Cannes, es una cinta que no pasará desapercibida. Es polémica, divertida y aunque se pase de la ralla en ciertos momentos, permite crear un espacio de debate en el cine y un debate interno también, algo que no todas las cintas logran y que por lo mismo, los invito a juzgar ustedes mismos.
PD: nunca entenderé el fetiche de Tarantino con los pies.
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