Crítica de cine: “Tomorrowland”
Hay algunos directores que parecen haber encontrado esa especie de receta mágica para hacer películas para todos los gustos, con historias emotivas y épicas, que los hijos ven con los padres y que a la larga se convierten en clásicos. Uno de ellos es Brad Bird, director de cintas tan notables como “Ratatouille”, “Los increíbles” y “Misión imposible: protocolo fantasma”. Hoy, Bird nos presenta su nuevo proyecto, “Tomorrowland”, filme protagonizado por un actor muy querido por el público, George Clooney, y Britt Robertson, una chica que está empezando a lucirse en roles principales y a quien pudimos ver hace poco en “El viaje más largo”.
La cinta comienza con Casey Newton (apellido muy apropiado para el personaje), una chica inquieta, inteligente y perseverante, que intenta evitar que cierren una plataforma de lanzamiento de la NASA, ya que si eso pasa, su papá se quedará sin trabajo pues es el ingeniero encargado del lugar. Para ello se valdrá de técnicas no muy legales, lo que por supuesto la llevará a pasar un rato en la cárcel. Allí recibirá un extraño pin (una piocha), que le permitirá ver una hermosa ciudad, aparentemente del futuro. La extraordinaria visión la llevará a hacer todo lo posible por llegar a ese lugar, y en esa aventura conocerá a Athena, una enigmática niña de unos 12 años y posteriormente a Frank Walker (Clooney), un científico ermitaño que no quiere saber nada con otro ser humano. Así, estos tres personajes deberán forzosamente unirse y emprender una aventura para salvar el futuro.
“Tomorrowland” se nos presenta al inicio como una gran aventura de ciencia ficción, con muchos guiños y citas a cintas como “Volver al futuro” y “Star wars”, en la cual el futuro del planeta está en riesgo debido a múltiples factores como el calentamiento global, las epidemias y la corrupción. Cosas que afortunadamente sabemos que no ocurren en la vida real… Nuestros héroes deberán encontrar la fórmula para cambiar el futuro, en una lucha que ante todo es contra la desesperanza de la humanidad.
El problema es que la historia, aunque está correctamente narrada, a la larga no logra crear personajes lo suficientemente queribles, como se podría esperar de una propuesta como esta, y a pesar del gran carisma que Robertson logra traspasar por la pantalla. Esto tal vez sea porque el villano de turno no es lo suficientemente fuerte, o porque el conflicto en la práctica no es tan potente como se propone en el papel. Es decir, a pesar de que la amenaza es el fin del mundo, la historia está narrada en códigos para todo espectador, muy edulcorada, por lo cual en realidad nunca percibimos realmente el peligro y los personajes no desarrollan todo el potencial que tenían.
Lo anterior no significa que esta sea una mala película, porque de hecho “Tomorrowland” es una gran aventura, con escenas muy bien logradas, momentos de humor y emotividad. Sin embargo de Brad Bird se espera siempre algo más, especialmente si además de enormes recursos económicos cuentas con un elenco muy bueno que además de Clooney y Robertson suma a Hugh Laurie (nuestro querido Dr. House) en un papel secundario pero trascendental para la historia, y que por todo lo anterior se siente desaprovechado.
“Tomorrowland” es una cinta entretenida para ver en familia, y compartir entre generaciones varios elementos de la cultura pop, pero a la que le faltó algo en el guión para ser el nuevo clásico del cine que se nos prometía.
© Juan Carlos Berner
En Twitter: @jcbernerl
1 Comment
Muy acertada la crítica hacia la película, ahora solo queda verla para ver que tal es!