Crítica de cine: “Nuestro video prohibido”
Sin duda que a Cameron Díaz le acomoda trabajar en comedias. A pesar de su imagen de mujer sensual, se da en ella con absoluta naturalidad hacer morisquetas, estar en posiciones físicas complejas o decir diálogos absurdos. En su filmografía se pueden encontrar varias comedias que ya son clásicos del cine, como “La máscara” (1994), “La boda de mi mejor amigo” (1997), “Loco por Mary” (1998) o su participación como doblajista en la saga de “Shrek” (2001-2010).
En “Nuestro video prohibido”, la hermosa rubia vuelve a incursionar en este género que conoce tan bien, aunque no con los mismos resultados que las cintas recién mencionadas.
Annie (Díaz) y su novio Jay (Jason Segel), llevan una vida sexual muy activa. Cada vez que pueden, hacen el amor, incluso en lugares públicos. Todo va de maravillas hasta que ella queda embarazada y, como están enamorados, deciden casarse. Al poco tiempo, la nueva familia suma una niña, por lo que con dos hijos y un trabajo agotador, la sexualidad decae. Para Annie y Jay la intimidad se convierte en un tema complejo de resolver. Esto, hasta que un día los niños se quedan con su abuela y la pareja decide hacer una locura: grabarse con una tablet mientras tienen sexo, es decir, hacer una película porno casera. El encuentro resulta de maravillas y la relación mejora. Sin embargo, Jay olvida borrar el video de su tablet y se la regala al cartero. Ahí comienza una carrera contrareloj de Annie y Jay por recuperar todas las tablet que Jay ha dado (que son varias), pues el video se subió automáticamente a la “nube” y debido a eso, el video está en cada uno de los dispositivos que Jay regaló.
La película parte muy bien. Los primeros 30 minutos son bastante graciosos y la situación de pasar del sexo sin límites a la rutina del matrimonio hará que muchos se sientan identificados. Sin embargo, luego de un rato, el filme se toma de los mismos chistes que ya hemos visto en varias otras películas, se torna predecible y un tanto monótono. Además, una historia que da pie para un humor más negro o irreverente, se decide finalmente por el camino de lo blanco, rayando en lo ingenuo, algo que en este caso no resulta bien.
De ahí en adelante no hay mucho más que rescatar, salvo un divertido cameo de Jack Black y un final que, si bien no es totalmente sorprendente, al menos recupera el humor inicial de la película y permite que el espectador se vaya con una sonrisa para su casa.
En términos actorales, el peso de la película recae totalmente en Cameron Díaz. Si bien hay que reconocer que Segel cumple, probablemente cualquier otro actor lo podría haber hecho más o menos igual. De todas formas se nota que ambos actores ya habían trabajado antes y además con el mismo director (Jake Kasdan) en “Malas enseñanzas” (2011). Hay una química en pantalla que se traspasa y logra que los protagonistas caigan bien y se empatice con ellos.
Una película correcta, para reírse un rato, pero que difícilmente trascenderá dentro del género.
© Juan Carlos Berner
En Twitter: @jcbernerl
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Palomera 100% Trabaja una historia actual que puede pasar cualquier relación frustrada y llevada al máximo en la monotonía, divertida y entretenida. Las actuaciones de Cameron Díaz y Jason Segel son totalmente diferentes, llenas de carisma y buen humor.