Crítica de cine: “Drácula, la historia jamás contada”

 Crítica de cine: “Drácula, la historia jamás contada”

Cuenta la historia que en el año 1442 D.C. el ejército de Transilvania preparaba a sus niños desde muy temprana edad para la guerra. Las pruebas eran extremas y brutales, pasaban hambre y frío, y su inocencia era arrebatada de cuajo. Entre esos niños destacó uno, quien demostró ser despiadado, cruel y, cómo no, un soldado extraordinario. Su nombre era Vlad Tepes, y pasó rápidamente a servir al ejército turco en donde fue criado como hijo del rey y enfrentó múltiples batallas. Al final de cada una de ellas, Vlad enterraba lanzas a sus enemigos en el estómago y los clavaba en la tierra, haciendo del lugar un espectáculo dantesco, de una crueldad y brutalidad nunca antes vista. Por este motivo, se hizo famoso por dos apelativos: Vlad “El Empalador” e “Hijo del Dragón”. Al pasar los años, Vlad decide retornar a Transilvania y lo hace como príncipe, y al contrario de lo que se pudiese esperar, gobierna con sabiduría y nobleza por lo que se transforma en un buen y respetado gobernante.

Sin embargo, diez años más tarde de su regreso, los turcos exigen a Vlad diez mil niños para su ejército, solicitud que significa entregar a su único hijo. Como el Príncipe no accede y, por consiguiente, un ataque turco es inminente, va en búsqueda de poderes sobrehumanos a una cueva en donde vive un monstruo, quien resulta ser un hombre autodenominado vampiro, que le cuenta cómo el demonio lo confinó a vivir en esa cueva y a alimentarse exclusivamente de sangre humana. Hacen un trato: Vlad adquiere la fuerza y poder de esta bestia solo por tres días, con la condición de que si llega a beber sangre humana se convertirá en un vampiro para siempre, liberará al monstruo de la cueva y estará destinado a vivir en las sombras por la eternidad.

Esta es una historia bastante libre de lo que todos conocemos por “Drácula”, y es una entrega más de las numerosas versiones para cine y televisión que existen del vampiro creado por Bram Stoker por allá por 1897. En esta oportunidad, el debutante director irlandés Gary Shore y los guionistas también debutantes Matt Sazama y Burk Sharpless arman una historia en la que apenas reconocemos características de los Dráculas que hemos visto. Acá no existen ni Mina ni Van Helsing, por ejemplo, y nuestro vampiro está bastante lejos de ser el Conde seductor que hipnotiza con su mirada a las jóvenes criadas. El actor Luke Evans (“El Cuervo” (2012), “Rápido y furioso 6” (2013)) interpreta a Vlad Tepes, creando un personaje no muy convincente como vampiro, ni tampoco como príncipe. No tiene mucho carácter y tiene un desempeño muy parejo en general. Su esposa Mirena es interpretada por Sarah Gadon (casi una musa de Cronenberg por su participación en las últimas películas del genio director como son “Un método peligroso” (2011) y “Cosmopolis” (2012)), quien cae en una sobreactuación de la cual no tengo dudas que es más por orden del director que por esencia de la actriz. El tercer personaje más reconocible del reparto es el príncipe turco y hermanastro de Vlad, Mehmed, a cargo del actor Dominic Cooper ( “Need for Speed” (2014)), quien hace un correcto papel y en sus manos tiene la oportunidad y necesidad de matar a Vlad.

Quizás lo más interesante de “Drácula, la leyenda jamás contada” es que, aparte de mostrar una historia original y completamente diferente de toda historia conocida, se sustenta en el hecho de querer saber si Vlad logrará mantenerse tres días sin beber sangre humana una vez que ya inició su transformación en vampiro. El filme tiene los típicos elementos que están tan de moda en estos tiempos en cuanto a películas medievales se trata, con batallas a campo abierto, imponentes castillos en las cimas de las montañas que se deben custodiar, príncipes, princesas, etc.

Me quedo con la sensación que esta historia de vampiros podría no haber llevado el título de Drácula, ya que es una historia original, y por lo mismo tiende a confundir al llevar el nombre de nuestro conocido conde. En resumen, es una película que entretiene por su argumento y efectos especiales, pero decae en sus actuaciones y en la conformación de los personajes que acompañan (casi nada) al protagonista. Recomendable para los fans de vampiros y los que rallan con películas de corte medieval.

©Daniel Bernal

En twitter @BernalusTwit

 

 

Director: Gary Shore

Elenco: Luke Evans, Dominic Cooper, Sarah Gadon, Art Parkinson, Charles Dance

País: Estados Unidos

Duración: 92 minutos

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2 Comments

  • ¡Me gustó pero no me convenció! En general me parece que la historia de Drácula es maravillosa es uno de los clásicos de la literatura, sin embargo hay muchas versiones que para bien o para mal han logrado atraer la atención del público, cada una con sus puntos a favor y en contra, al final del día es cuestión de ser tolerante y quedarte con la versión que más te guste.

  • Me pareció muy buena. Ya me sabía la historia original y cuando la fui a ver al cine, sabía que no sería lo mismo ya que la finalidad era entretener al espectador. Aunque a veces se aleje de lo que verdaderamente se habla en la historia, la recomiendo y dejo a criterio personal quien la quiera ver y ojalá les guste.

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