La muerte de Manuel Gutiérrez de solo 16 años en el 2011, producto de una bala perdida en medio de una protesta convocada por la CUT, es el punto de partida para la creación del comité “Justicia por Manuel Gutiérrez” que persigue que Miguel Millacura, el carabinero autor del disparo, pague por su acto.
La realización dirigida por Carolina Adriazola y José Luis Sepúlveda (“El pejesapo”, “Mitómana”) registra el devenir de esta agrupación formada por la madre, el hermano y los vecinos de Manuel. De esta forma nos enfrentamos a la búsqueda de justicia para Manuel, pero también al conflicto íntimo sobre cómo interpretar y asumir la muerte del menor por parte de sus cercanos.
“Crónica de un comité” es un documental que exuda naturalidad y fuerza. Es un registro “crudo”, con una estética que reivindica los planos en movimiento, los desenfoques y la falta o exceso de luz. No se trata de componer la realidad, sino de capturarla en su dimensión más cotidiana y sencilla. Este aspecto contribuye a plasmar más gráficamente la situación que viven los personajes del documental.
En este sentido, una de las primeras cosas que uno se pregunta al ver la película es ¿quién narra? Los puntos de vista son múltiples, pues muchas de las grabaciones son realizadas por los propios personajes en registros caseros, que dan cuentas de las discusiones familiares y los intentos del gobierno de Sebastián Piñera de “solucionar” las demandas del comité. Así aparece un espacio ambiguo en que ellos registran y se registran, como observadores y protagonistas de la misma situación. Esto permite que conozcamos en un plano más íntimo a Gerson, (hermano de Manuel) o el dirigente social Miguel Fonseca.
El documental muestra una aguda observación de momentos que transitan desde lo ridículo hasta lo indignante. Vemos en pantalla las absurdas explicaciones de Gonzalo Fuenzalida, jefe del equipo de apoyo a victimas y actual diputado, sobre la salida de Millacura de Carabineros, la manipulación de dos capellanes evangélicos de la misma institución, ofreciendo buena onda y fe, o la larga espera para asistir a un estelar de televisión para una intervención fugaz.
Si bien el antagonista más evidente es el gobierno y Carabineros de Chile, el verdadero conflicto se desarrolla al interior del comité. ¿Cómo afrontar esta muerte? ¿Cuál es la mejor estrategia para conseguir justicia? La madre y la hermana, prefieren refugiarse en la iglesia y la fe, aislando la figura de Manuel de cualquier acto político. Por otro lado, Gerson y Miguel intentan convertirlo en un símbolo de la represión contra los movimientos populares, asociándolo con los estudiantes y mapuches. Las discusiones y los tironeos de un lado u otro, bien pueden interpretarse como una metáfora de cómo se vive en Chile la explosión de los movimientos sociales.
“Crónica de un comité” es un trabajo muy atractivo, porque logra escarbar en situaciones más personales y complejas, escapando de los clichés acerca de las organizaciones populares y lo significa levantar una bandera por la justicia y la no discriminación.
© Por Aldo Vidal
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