Crítica de cine: “Búsqueda implacable 3”
Décadas atrás, cuando aparecía una película exitosa, alguno que otro director preguntaba por el precio de la franquicia para atreverse a realizar la secuela correspondiente, con el compromiso personal de no bajar la calidad de la obra original, sino que en lo posible, hacer algo mejor. Con los años, la industria cambió radicalmente esta tendencia y premisa, y las grandes compañías salieron a la caza de estas buenas historias sueltas para realizar no una, sino las secuelas que fueran necesarias, con el único propósito de hacer algo “atractivo” y así ganar más y más dinero. Así funciona hasta el día de hoy y nada indica que esto vaya a variar.
Precisamente es el caso de “Búsqueda implacable 3” (“Taken 3”), de la cual me gustaría escribir algo así como “Como una buena idea se va al carajo”. Pero en vez de seguir lamentándome, vamos al análisis de esta tercera –y final– entrega.
Bryan Mills (Liam Neeson) sigue haciendo su vida normal viviendo en solitario en lo que se presume es Los Angeles. Su exesposa Lenny (Famke Janssen) demuestra que tiene reales intenciones de intentar una segunda oportunidad ya que su matrimonio actual hace años se desmorona. Mientras, la hija de ambos, Kim (Maggie Grace), ya es una mujer independiente, que vive con su novio y está embarazada. Todo vuelve a enredarse cuando Stuart, el esposo actual de Lenny, visita a Bryan para pedirle como “favor especial” que no se encuentre personalmente con su esposa. Después de eso, Lenny aparece muerta.
Como es de esperar, la policía encuentra a Bryan en la escena del crimen, dando inicio a 100 minutos de persecuciones, escondites, accidentes de autos, balas, sangre y muertos regados por muchas calles de Estados Unidos. La gracia de la saga “Taken” es presenciar cómo Mills saldrá airoso de uno y otro problemazo, ya que todos sabemos que sí lo hará.
En esta oportunidad, no son los armenios (como quedó pendiente de la segunda parte) los que quieren deshacerse de Mills, sino que hay una mafia detrás que es la responsable de la muerte de su ex-esposa, sin motivo aparente por el momento. Como es costumbre, mientras Mills va en busca de los que le hicieron daño a su familia, también trata de ser capturado por la policía. Franck Dotzler, interpretado por el gran Forest Whitaker (“El último rey de Escocia”, 2006), es el encargado de la policía en darle caza, haciendo un muy buen papel.
La película está dirigida por Olivier Megaton, mismo director de la segunda entrega, quien muestra mucha experiencia con persecuciones y secuencias de acción muy bien logradas, pero carece de darle profundidad a la película. Las partes emotivas son muy planas, los “malos” podrían ser mucho más “malos”, falta de humor negro con respecto a su original, y se nota que está centrada en llevar escenas, desenlace y película en general por varias locaciones, como lo que ocurre en las películas de James Bond. Un punto a favor es que se haya mantenido el elenco original durante las tres entregas, excepto por Stuart, quien cambió de actor entre la primera entrega y ésta, en la segunda no apareció.
El nombre “Bryan Mills” debería transformarse en marca registrada, algo así como cuando se nombran a James Bond, Norman Bates o Bruno Díaz. Sé que no alcanzará esa categoría, pero será únicamente porque las dos secuelas no estuvieron a la altura. Mills nunca lloró (pensando en que su vida siempre fue un desastre y la muerte lo rodea constantemente), cuando lo captura la policía se entrega sabiendo que escapará, él solo exterminó a toda una mafia y siempre llegó airoso a su destino. Un grande.
Esta película cierra definitivamente esta trilogía, o al menos eso dice su afiche promocional. Y está bien que así sea. Más de lo mismo sería burla; con dos secuelas basta y sobra.
Recomendada solamente para fans de la saga (que sí los hay), para amantes de las películas de acción y, por qué no decirlo, seguidores de Liam Neeson.
Por ©Daniel Bernal
@BernalusTwit
4 Comments
Concuerdo totalmente con lo dicho. Fuimos a verla (gracias a ustedes) y me dejó un buen sabor de boca, aunque esperemos que sin más secuelas, mira que sería mucho la repetición de las mismas tramas.
Ahora… esta es la etapa en que si se quiere continuar con la franquicia, se llegue a la precuela, sobre lo que tuvo que pasar para llegar a su preparación como espía inmortal omnipresente.
En fin.
Me gusta y comparto la idea de Mauricio Campos.
En cuántico al cambio de actor fue un falta muy grabe y a eso le sumamos que esperábamos una lucha contra 2 hijos que quedaron vivos del papá de los primeros malos, se perdió completamente la historia y se creó otra burlándose de nosotros los seguidores de la saga que esperábamos a un Stuart original y dos hijos Cob venganza pendiente según la número 2 (la anterior).
Yo eche en falta al actor de Stuart pero al ir avanzando la trama me di cuenta que el actor original no creo que hubiera podido hacer un papel de malo de la manera en que lo hizo este último. La verdad la pelicula es más de lo mismo pero también hubiera sido un plomo que sigan con eso de los mafiosos de antes, ya con la segunda no me gustó mucho.
Es una lastima que esta película no fue tan buena como las anteriores claro no espera que fuera lo máximo,pero al menos que estuviera igual últimamente sus películas de acción son pan con lo mismo lastima es un gran actor pero así pasa mala racha ojala pronto vuelva a sorprendernos.