“Cowboys & aliens”: comentario de cine

Jon Favreau es un actor y director cuyo mayor logro es haber realizado con éxito las dos primeras entregas de “Iron man”. Su anterior blockbuster fue una película familiar llamada “Zathura”, muy similar en su relato a “Jumanji”. Las versiones fílmicas de “Iron man” están lejos de ser piezas de arte, pero habían dejado conforme a los fanáticos, así que con “Cowboys y aliens”, Favreau tenía la vara alta, la meta de superarse a sí mismo y hacer una película de acción entretenida e inteligente. Tenía todo para lograrlo: un buen equipo técnico, un gran elenco y por supuesto un enorme presupuesto, sin embargo algo en el camino falló y se convirtió en esta película de ciencia ficción mediocre e inverosímil.

Ese es tal vez el mayor problema de “Cowboys y aliens”, lo inverosímil de la mayoría de sus situaciones, incluso para un género como la ciencia ficción, donde el espectador está dispuesto a ver cosas irreales. Los diálogos son en su mayoría absurdos (y no graciosos) y muchas cosas se explican de una manera bastante descabellada. Basta con pensar nada más que los personajes de este filme, ambientado a fines del 1800, se toman con relativa calma y normalidad la invasión extraterrestre. No es necesario decir que un siglo y medio después, con toda la información y la tecnología que ahora tenemos, una invasión extraterrestre crearía pánico y confusión en la gente. Pero al parecer (o es lo que Favreu nos quiere hacer pensar) en esa época no era tan extraño ver alienígenas. Incluso tal vez hubiera sido más interesante plantear la película directamente como una comedia, donde estos elementos fantásticos se hubiesen justificado a través del humor.

El filme comienza con un amnésico Daniel Craig (“James Bond”) que despierta en mitad del desierto con un extraño brazalete en su brazo. Este rudo vaquero llega a un típico pueblo del oeste norteamericano, el cual será atacado por naves espaciales. Sin saber cómo, el vaquero activará su brazalete como arma y derribará una de estas naves. Así, se gana la confianza de un grupo de aldeanos, que decide ir en busca de sus seres queridos que han sido raptados por estos invasores del espacio.  En la búsqueda lo acompañarán entre otros, Sam Rockwell, Harrison Ford, Olivia Wilde y el joven actor Noah Ringer (“El último maestro aire”).

En el camino habrá nuevos enfrentamientos con los alienígenas, se encontrarán con un grupo de forajidos, luego con los indios, y se desencadenarán las típicas luchas entre ellos, terminando por contar una historia absolutamente predecible en su desenlace. Lo mejor del filme sin duda, las actuaciones de Ford y Craig, que se ajustan muy bien  al traje de vaqueros y logran convencer, gracias a su actitud y no a los diálogos, que son de aquella casta de cowboys rudos del cine clásico, como en las películas de Clint Eastwood o John Wayne.  Del resto de la película, no hay mucho más que decir.

Por Juan Carlos Berner.

 

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