“Locuras en el bosque”: comentario de cine

Cuando escuchamos hablar de una “súper producción” hollywoodense, de inmediato se nos vienen a la cabeza títulos como “Avatar”, “Star wars” o quizás las películas de James Bond. Del mismo modo, cuando uno escucha hablar de una “película familiar”, de esas que están hechas para ir al cine con los hijos más chicos, de seguro que nos acordamos de varias películas, y un muy buen ejemplo, que cabe exactamente en esta categoría es “Locuras en el bosque” (“Furry Vengeance”).

Brendan Fraser (la trilogía de “La momia”) es Dan Sanders, jefe de un proyecto inmobiliario que se está construyendo en un bosque lleno de animales bastante inteligentes, que harán hasta lo imposible para arruinarle la vida a Sanders y obligarlo a renunciar a su tarea. Con el paso del metraje, los “accidentes” que sufre Sanders por culpa de los animales, que incluyen el robo de su camioneta y varios incidentes bastante dolorosos (y humillantes) lo obligarán a re pensar su vida y su actitud hacia el medio ambiente. La película es básicamente eso y no mucho más; una serie de escenas cómicas (que harán reír mucho a los niños) pero que desencadenan finalmente en un desenlace casi obvio y sin mucha sorpresa, con la consabida lección sobre el cuidado a la naturaleza y la vida en familia.       

Los demás personajes no aportan mucho a la trama, ni siquiera la  resucitada Brooke Shields en el papel de la esposa de Sanders. El actor más destacado es, además de Fraser, el mapache que lidera la tropa de animales y que sin diálogo alguno (en esta película los animales no hablan) es quien más hará reír a los espectadores y provocará la ternura de los más pequeños.

Brendan Fraser, volviéndose loco por culpa de unos "tiernos" animalitos

Un aspecto que pudo ser interesante, y que literalmente se farreó el director Roger Kumble (que anteriormente dirigió “Cruel intentions”) fue el mensaje hacia aquellas compañías que se hacen llamar “verdes” o amigables con el medio ambiente. La empresa inmobiliaria en la que trabaja nuestro protagonista, en el discurso es una de estas compañías, pero en la práctica obviamente no lo es. Tal vez los realizadores quisieron agregar aquí alguna especie de llamado de atención a muchas empresas que en la vida real se dicen eco amigables pero que en verdad son todo lo contrario. Sin embargo, la extrema caricaturización del dueño de la compañía, un japonés que incluso habla pronunciando “eles” en vez de “erres”, hace que esto se diluya en la comedia, y se pierda un ingrediente que pudo haber sido interesante, y que en otras películas se ha manejado de forma más inteligente.

Hoy, los niños son mucho más perceptivos y menos ingenuos que los que ya somos mayorcitos, y aunque estas películas sean pensadas para un público infantil,  cada vez más el cine (el bueno) los trata con más respeto, entendiendo los nuevos códigos y lenguajes que manejan los niños de hoy. “Locuras en el bosque” se queda un poco corta en esto último, y aunque logra hacer reír durante la hora y media que dura, se olvidarán de ella apenas hayan salido del cine.

Aquí les dejo el trailer:

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Por JC Berner

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