“Juego de tronos”: Todos los hombres deben morir

 “Juego de tronos”: Todos los hombres deben morir

Desde su primera temporada, “Juego de tronos” hipnotizó a su audiencia con una intriga sobre asesinatos, incesto, golpes políticos y la amenaza de una invasión de seres sobrenaturales. Fue la presentación de personajes, de sus familias y conflictos, así como del universo de Poniente, el ficticio continente donde se desarrolla la historia.

Mientras la casa Stark y la casa Baratheon eran humilladas por la casa Lannister, al este, en Essos, la princesa Daenerys, perteneciente a la legítima familia real, la exiliada casa Targaryen, era vendida en matrimonio a un salvaje Khal (jefe de tribu Dothraki) por su ambicioso hermano con la esperanza de que el ejército Dothraki le permitiera regresar a recuperar el trono de los siete reinos. Pero Daenerys pronto descubría que no era una mujer ordinaria, sino que estaba destinada a ser la madre de los dragones, un poder mágico que le permitiría a ella dar la pelea por el trono de hierro. Lo que nadie estaba sospechando siquiera, es que en el extremo norte se estaba produciendo los primeros indicios de una invasión sin precedentes por parte de muertos caminantes (si bien son zombis, no confundir con “The Walking Dead”). En el noveno episodio, los creadores iniciaron la que se convertiría en una sórdida tradición: matar al protagonista o dar una vuelta de tuerca de tal envergadura, que el espectador se sintiera desorientado, pero ávido por más.

Joffrey_throne_season_2La segunda temporada se inició con la aparición de un cometa que para los conocedores (llamados supersticiosos) traía noticias espeluznantes: habían nacido dragones. En Essos, Daenerys lo había perdido todo, pero su regalo de bodas, tres huevos de dragón, mágicamente incubaron. Eso significaba que, aunque no tenía ni para comer, ya contaba con una fuerza aérea. En Poniente, el adolescente Joffrey Baratheon, el rey de los siete reinos, es fruto del incesto y por lo tanto no es legítimo. Además, es un sicópata en ciernes que en comparación hace parecer a un monito con navaja como la mascota perfecta. La familia Lannister no reconoce la verdad, pero no puede ocultar los rumores. Por culpa de las niñerías de Joffrey ha estallado la guerra y mientras los Stark buscan pelear por restablecer el orden, los Baratheon pelean entre ellos en ambición por recuperar el trono. Eventualmente, la familia Stark queda completamente a la deriva y su asentamiento, Invernalia, queda destruido. En el capítulo nueve, un holocausto destruye toda la flota naval de los Baratheon y Tyrion Lannister (el protagonista enano, el único bueno de la familia) es atacado gravemente. La imagen final: En el extremo norte, más allá de El Muro, Samwell Tarly, un gordito Guardia de la Noche, hasta ese momento personaje secundario, se esconde en la nieve para no ser visto por un zombi invasor, cabalgando un caballo también zombi.

game-of-thrones-season-3-finale-1En la tercera temporada, queda absolutamente más claro que el agua que cualquier personaje, por muy pequeño que parezca, puede obtener un decisivo protagonismo. Daenerys, ha conseguido recursos gracias a su astucia y a sus pequeños dragones que cada día crecen más. Ya puede comprar ejércitos de esclavos, a quienes ella decide rescatar para que peleen por ella libremente. En Poniente, en el Norte más allá de El Muro, los salvajes se aprestan a invadir el sur. Por su parte, Samwell descubre cómo destruir a los muertos caminantes. En Desembarco del Rey (la capital) la casa Tyrell se une a los Lannister por conveniencia. Los Stark, pese a haber ganado cada batalla están perdiendo la guerra y los Lannister crean un astuto plan para terminarla. Capítulo nueve: se produce la llamada “boda roja”, probablemente una de las escenas más viralizadas del último tiempo, en realidad no la escena, sino la reacción de los fanáticos, quienes en un grito de horror ven cómo la familia Stark es destruida en una matanza sin precedentes en una serie de televisión. Capítulo final: Daenerys libera una ciudad de esclavos. Ellos, en agradecimiento le llaman “Mhysa” que quiere decir “Madre”. Los dragones mucho más grandes que al principio se van a cámara. Al parecer tendremos una ganadora del Juego de tronos… Boda roja

Ad portas de iniciar su cuarta temporada, “Juego de tronos” ya ha dejado claro que el futuro de sus principales personajes es, a corto plazo, incierto. Pero a largo plazo la cosa es diferente. Están todos condenados. ¿Por qué? Pues porque la principal motivación es la venganza y todos sabemos que, a menos que seas La Novia de Tarantino, la cosa no va a salir bien. La sed de venganza de la que estamos hablando es la rueda que mueve esta historia épica y, aunque para un Klingon la bebida mencionada sea en realidad un plato que se sirve bien frío, en Poniente la gente se lo sirve de cualquier manera, porque están demasiado sedientos. Una muerte lleva a otra, y a otra, y a otra, sin un fin claro. Para ellos, ese karma es terrible. Para nosotros como espectadores, es fantástico.

No recuerdo una serie de televisión que personalmente me dejara tan satisfecho en términos de complejidad de contenido, entretenimiento y valor de producción. Sin duda, la calidad de esta serie original de HBO, proviene no sólo de la obra de George R. R. Martin “Canción de hielo y fuego”, cuyas cinco novelas publicadas forjan un universo tan enmarañado como el de la tierra media de Tolkien, sino del fantástico trabajo de adaptación que ha logrado el equipo de David Benioff y D.B. Weiss, creadores de la serie.

Game of thrones para artículoLa gracia principal, en mi opinión, es que han conseguido narrar una historia fantástica de un modo hiper-realista. Por ello, si tuviera que asociar el universo de “Juego de tronos” con alguna otra obra, preferiría hacerlo, por ejemplo, con “El Padrino” más que con “El señor de los anillos”, pues lo destacable tiene más bien que ver con la saga, es decir, la historia familiar.

Los personajes son familias, y dentro de éstas cada integrante es un personaje lo suficientemente complejo como para generar empatía inmediata. Nadie es completamente bueno y, aunque hay villanos de antología, los malos poseen un punto de vista interesante al momento de plantear sus acciones. Es decir, la lógica impera. Me matas a mi madre, te asesinaré. Lo más probable es que mañana muera asesinado. Como dice el viejo saludo de Essos: Valar Morghulis; o como mi diccionario de alto valyrio señala: “Todos los hombres deben morir”. Esa es la premisa.

Es la frase que más oiremos en esta temporada. Lo dijo la ya no tan pequeña Arya Stark al momento de asesinar (por venganza, obvio) a su primer hombre al final de la tercera temporada.

Para quienes no hemos leído “Juego de tronos” (temporada uno), “Choque de reyes” (temporada dos), “Tormenta de espadas” (temporada tres y cuatro), “Festín de cuervos” y “Danza de dragones”, cada capítulo de la serie es un mar de información, una revelación, por lo que siempre la posibilidad de repetirse un episodio es un placer, pues se puede ver algo que se había pasado por alto.

Pedro Pascal para artículoY así como hace diez años atrás la serie “Lost” causaba sensación y Jorge García era chovinistamente llamado el “chileno de Lost”, desde esta temporada va empezar el chovinismo del “chileno de Game of Thrones”. Su nombre es Pedro Pascal y durante siete episodios interpreta al príncipe Oberyn Martell (Víbora Roja), personaje que tendrá estrecha relación, para bien y para mal, con la familia Lannister.

Dicen los rumores que esta temporada será visualmente la más espectacular. Por los avances se ve que en esta temporada los dragones serán prácticamente adultos. Daenerys Targaryen ya cuenta con un poderoso ejército. Los sobrevivientes Stark serán considerados los líderes naturales contra un rey tirano que cada día se parece más a Calígula. Las peleas, mutilaciones, torturas y escenas eróticas continuarán a la orden del día. Y aunque de seguro el último capítulo tendrá un inolvidable cliffhanger, habrá que estar preparados para ese noveno y espeluznante penúltimo episodio.

© Hugo Díaz

En twitter: @elhugo

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