“Encuentro Explosivo”: Comentario de cine

El reencuentro de dos grandes
Cameron Díaz y Tom Cruise. Me atrevería a decir que no se veían juntos desde Vanilla sky (Dirigida por Cameron Crowe, 2001), ya que si bien la rubia hizo un cameo en Minority report (Sentencia previa, Steven Spielberg, 2002) eso cinematográficamente no cuenta.

Me parece curioso cómo ambas superestrellas han ido evolucionando en sus respectivas carreras, porque siento que mientras a una le funciona mejor el drama y al otro no, con la comedia es otro el cuento.

El trailer ha estado promocionando una película con una premisa interesante: Un superagente se desestabiliza emocionalmente y de algún modo se vincula con el personaje de Cameron Díaz, quien debe discernir si Tom Cruise está loco o se trata sólo de una confabulación.

Sin embargo, la historia no es ésa, sino una bien distinta y mucho más simple. A los 5 minutos de película sabemos que Tom Cruise no está loco, sino que efectivamente se trata de una confabulación y el personaje de Cameron Díaz debe decidir si los malos son tan malos como aparentan.

June Havens (Cameron Díaz) es una restauradora de autos viejos que se topa varias veces “en forma accidental” con el misterioso Roy Miller,  (Tom Cruise) en un aeropuerto, hasta terminar en el mismo vuelo. La atracción entre ambos es mutua e inmediata. En pleno viaje la verdadera identidad de Miller queda expuesta: se trata de un súper agente secreto cuya misión ha fracasado por culpa de una conspiración. No hay spoiler al decir que el avión se estrella en el proceso (aparece en el trailer), involucrando a June en un juego del gato y el ratón entre Roy y quienes lo quieren ver muerto. June enredada en las andanzas de Roy, sabe demasiado y para seguir viva se ve forzada a seguirlo en su cruzada por salvar la misión, su buen nombre y que él se quede con la chica (obviamente el puesto está vacante para ella).

Knight and day es un juego de palabras entre “Knight” y “night” (“caballero” y “noche”) y la expresión “Night and day” (“noche y dia”). Literal sería “Caballero y día” o sea Knight-caballero (Tom Cruise) y Day-día (Cameron ¿Díaz?) bueno… en castellano sería algo tan intraducible como Los hacendados ¿hacen dados? En fin, en Chile se vende como Encuentro explosivo (da lo mismo por que el próximo año nadie la va a llamar así).

Es el más reciente filme del director neoyorquino James Mangold a quien conocimos por Cop Land (Tierra de policías, 1997), Girl Interrupted (Inocencia interrumpida, 1999) y la premiada Walk the line (Johnny y June, locura y pasión, 2005). La contundente filmografía sugiere que quizás su experimentada mano fue la que evitó que esta cinta tan sobrecargada de clichés y parafernalia hollywoodense se fuera en collera y terminara como un bodrio más.

Porque Encuentro explosivo es una película entretenida que pudo haber terminado en muy buena, si no hubiera sido por el tono de comedia romántica que la limitó al punto de dejar en sobre-evidencia su fórmula hollywoodense. El film funciona como un relojito a cuerda hasta que se le acaba y debe utilizar recursos básicos para poder seguir, como el “macguffin” (en términos de guión es una cosa, como una maleta misteriosa, un halcón maltés, un plano secreto, o en este caso una simple pila, que en el suspenso sirve para avanzar la trama) o la cámara subjetiva con fade out (la imagen es el punto de vista del personaje y éste se desmaya). Total cuando despierta el escenario es nuevo, más rebuscado que el anterior, y los elementos están a favor de la historia, y da lo mismo cómo llegaron ahí. Eso puede molestar al principio, pero se vuelve gracioso al final, porque se usa en bien de la comedia, así a fin de cuentas no tiene importancia. El problema resurge cuando la comedia también se restringe, para dar lugar al romance… el cual también se restringe, porque hay que ponerle acción y así en adelante hasta el final, donde la comedia romántica debe cerrar con las mismas líneas que deben ser dichas según la fórmula, pero todos sabemos a que huele un chiste repetido. Al final, todo nuevamente da lo mismo porque los personajes son adorables y soportamos llegar hasta el final del metraje y el “felices para siempre”, y más encima con un guiño gratuito a Santiago de Chile.

Es inevitable poner ojo en la producción, ya que recuerda a esas aventuras antiguamente publicitadas como “rodadas en tres de los cinco continentes, con miles de extras”, como Indiana Jones o alguna de James Bond. Es fácil recordar cuanta prensa se la dio a las grabaciones de las escenas con toros en Sevilla, España, sobretodo por el escape de algunos de ellos con sus consecuentes heridos. En la película se nota cada peso (euro o dólar) que invirtieron. La idea es sorprender, claro que si fuera cinta de acción no lo haría tanto, ya que estaría en una especie de segunda división en cuanto a las coreografías de peleas o accidentes con motos. Pero, para ser comedia romántica, o “comedia sexy de aventuras” como publicita su página web, está más que bien.

Hace mucho que una cinta hollywoodense no se la jugaba por ese tipo de aventura-turistel, una fórmula algo añeja que tanto le gusta al público gringo, quienes siempre verán al mundo con ojos de turista más que de inmigrante. Encuentro Explosivo junta en una misma cinta paisajes urbanos, con islas caribeñas, persecuciones en Salzburgo, Austria, y toros en Sevilla.

Las actuaciones se adaptan al género de aventura. Están discretas. Como antes mencionaba, Cruise se adapta mejor al género de comedia con el paso de los años (¿recuerdan Tropic Thunder, dirigida por Ben Stiller en 2008?). por el contrario, Cameron Díaz se va repitiendo en recursos con cada comedia en el cuerpo. Antes, si Tom Cruise hubiera golpeado a mi puerta en medio de un incendio y me hubiera advertido que bajara para no quemarme, yo hubiera muerto, porque no le hubiera creído NADA. Afortunadamente eso era antes. Pero mi incredulidad se está traspasando a la Díaz.  Y no tan sólo en comedia, ya que en esa especie de Donnie Darko 2 que fue The box (Richard Kelly, 2009) Cameron Díaz tampoco se lució como debió haberlo hecho.

Otro que aparece tan deslucido como en sus ultimas veintitantas apariciones es Peter Sarsgaard, actor que interpreta al antagonista de esta historia, el agente Fitzgerald. Sarsgaard parece haber dejado su rostro en piloto automático en sus últimas cinco películas (con excepción de An education, de Lone Scherfig, 2009). No ocurre lo mismo con Paul Dano, en el rol secundario de Simon Feck. Dano no decepciona, sigue recordando el talento mostrado tanto en Little miss sunshine (2006) y en There will be blood (2007),  y da gusto ver cómo se adapta a películas de este tipo donde se le da más importancia a la forma en que debería explotar el avión en vez de qué conflicto dramático solucionar mejor.

Quizás deba mencionar que el montaje está bien, salvo unos ripios de edición impresentables, como una terrible escena doblada del español Jordi Mollà, la que no nos llamaría la atención sino fuera porque es un doblaje en castellano de un diálogo dicho originalmente en castellano. Con tanto presupuesto, creo que esas cosas no debieran ocurrir.

En conclusión, Encuentro explosivo vale la pena como un viaje escapista al maravilloso mundo de los superagentes fantásticos a medio camino entre el James Bond de Roger Moore y Austin Powers. Qué pena que no se la jugaran por un género más contundente para desarrollar una premisa tan interesante como la que aparentaba el trailer. La química Cruise-Díaz estaba ahí, ya vimos que bien funcionaba en el drama. En la comedia están bien, pero con tanto gesto de maqueta a veces es difícil discernir.

La película debe ser acompañado con un combo de popcorn y una dosis de complicidad.  Todo espectador, recomendada para mayores de 7 años.

Encuentro explosivo

(Knight and day)

20th century fox

Dirigida por James Mangold

Guión: Patrick O’Neill

Elenco: Tom Cruise, Cameron Díaz, Peter Sarsgaard, Paul Dano, Jordi Mollà

Por Hugo Díaz.

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