Crítica de cine: “La La Land”

 Crítica de cine: “La La Land”

Sebastian (Ryan Gosling) es un joven pianista fanático del jazz que, al quedarse sin empleo en el bar donde toca, se ve obligado a buscar nuevos lugares para ganarse la vida. Eso le hace tomar trabajos esporádicos en restaurantes de viejos amigos o apoyar a bandas musicales de paso. Por su parte, Mia (Emma Stone) es una aspirante a actriz que vive con tres amigas y trabaja en una cafetería dentro de un estudio de cine. Mia se desvive por ser actriz, lo que la hace ir a cuanta audición teatral existe. Si bien el primer encuentro entre ellos es absolutamente casual y no de los mejores (y ellos no lo recuerdan), será el piano de Sebastian el que atraerá a Mia, y que dará inicio a un par de encuentros más que no se pueden atribuir a la mera casualidad. Juntos tratarán de cumplir sus anhelados sueños, ayudándose continuamente, enamorándose y entregándose por enteros  a sus proyectos. Pero, ¿Siempre existe sacrificio en la búsqueda de la felicidad? ¿Cuánto se puede llegar a transar? ¿Qué puedes ganar y qué puedes perder?

Toda esta trama está armada dentro de un musical, pero no cualquier musical. Su director Damien Chazelle, quien fue nominado al Oscar en la edición 2015 por Mejor Guión con “Whiplash” (2014), construye un musical-comedia-romántica potentísimo, que se vale de una artillería técnica para llevarla a cabo, a saber: para impregnar la cinta de los colores propios de las décadas entre el ’50 y ’70, Chazelle no solo filma en 35mm (hoy la mayoría de las películas se filman digitalmente y no en celuloide) rescatando románticamente el formato que aún defienden Tarantino y Scorsese, entre otros, sino que además filma en CinemaScope, que es la técnica que permite tener imágenes más amplias (wide) en pantalla, y no tan cuadradas.

La banda sonora es un punto clave de la película. Llena de un maravilloso y a veces lacónico jazz, la cinta también se carga de acordes de los ’80 y sobre todo de aquella música que permite los distintos bailes que vemos a través del film. Reminiscencias de cintas como ‘Cantando bajo la lluvia’ (1952) y ‘Los paraguas de Cherbourg’ (1964), entre otras, suenan fuertes e insistentes. Existen diferencias con musicales más actuales que se han dado en pantalla, mientras esos más recientes se transforman en solo una “película cantada” (“Sweeny Todd”, 2007) o solo reflejan un estilo y época musical (“Chicago”, 2002), ‘La La Land’ es retro, es color, es música y amor, con todos los ingredientes de una comedia romántica. No deja de ser interesante además que la banda sonora es original, una apuesta arriesgada pero que es uno de los mejores aspectos de la cinta.

Las actuaciones están muy a la altura; Gosling y Stone tienen una química entre ellos que pocas veces se ve en pantalla, creando personajes absolutamente adorables e inolvidables. No por nada ambos han sido nominados y/o ganado varios reconocimientos internacionales en distintos festivales, además de los recientes Globos de Oro.

En cuanto a la historia, la de  ‘La La Land’ no tiene nada de ficticia, muy por el contrario: refleja muy bien los deseos personales de una joven pareja del día de hoy.

Una película preciosa, de esas que llenan el alma, tanto por los colores, actuación, banda sonora, fotografía, luz, y por sobre todo, por su historia.

Por ©Daniel Bernal

En Twitter: @SoloBernal_

Ficha Técnica:

Título: “La La Land”

Director: Damien Chazelle

País: Estados Unidos

Duración: 128 minutos

Elenco: Ryan Gosling, Emma Stone, Rosemarie DeWitt

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