Crítica de cine: “La gran aventura Lego”

 Crítica de cine: “La gran aventura Lego”

La gran aventura Lego: Inteligente, impredecible y sorprendente

¿Quién, que haya tenido Legos en su vida, no ha soñado, alguna vez, con grandes aventuras mientras movía las antropomórficas figuritas amarillas entre medio de montones de bloques de plástico multicolor? Pues bien, a alguien se le ocurrió lucrar aún más con los clásicos juguetitos daneses y hacer una película. El resultado no es muy diferente de lo que pudo haber pasado alguna vez por la afiebrada imaginación de algún niñito de cualquier edad, de cualquier lugar del mundo.

Y la historia va más o menos así: Emmet, es un hombrecito Lego que descubre por equivocación, y sin saberlo, la clave para salvar el universo de un inminente ataque apocalíptico por parte de el Sr Negocios. Debido a este accidente es considerado “El elegido” por el grupo de “Maestros Constructores”, a pesar de que Emmet es incapaz de tener una opinión propia o de construir nada a menos que tenga las instrucciones escritas. Sin embargo, con la ayuda del sabio Vitruvio, la aventurera Estilo Libre, Batman, Superman y Gandalf (entre otros), Emmet intentará de todas formas detener los horribles planes del Sr. Negocios, que consisten básicamente en atacar con “El pegamento” el universo Lego y dejar a cada habitante pegado en una posición fija.

De los mismos realizadores de las películas “Lluvia de hamburguesas” (2009) y la secuela de 2013, el filme funciona no porque tenga una historia ad-hoc y coherente con el género, sino porque utiliza a su favor el amplio reconocimiento que despierta uno de los juguetes más populares del mundo. Con un tratamiento visual que no deja en claro si se trata de animación 3D o stop motion —De hecho su timming recuerda por momentos al show de TV “Robot Chicken (2005-2014)— , la película asombra por la soltura y audacia en la utilización de sus recursos, los cuales respetan íntegramente los códigos y la física inherente del universo Lego. Es como si estuviéramos en presencia de una puesta en escena de chicos jugando con Legos, pero sin manitos moviendo las figuritas, es decir, literalmente los juguetes cobran vida. Existe una escena en donde la representación de un fantasma, aún pudiendo haber sido hecha de manera “animada”, como las secuencias donde está Superman, por ejemplo (quien casi nunca camina, porque puede volar), es representada como si alguien colgara al espectro de un hilito, a lo más “31 minutos”. Por otro lado, la animación de una ducha (plastiquitos que representan gotas e incluso espuma) o el fuego representado en tiritas de color naranjo, contribuyen a proteger la ilusión de un universo conformado de pequeñas piezas plásticas en su mayoría cuadradas. Pero el esfuerzo no se queda ahí, pues un chiste sobre “La guerra de las galaxias” tiene más gracia si C3PO-Lego tiene la voz (al menos en inglés) de Anthony Daniels o Lando-Lego la de Billy Dee Williams.

En esta vía de auto-exigencia, los realizadores apostaron por un guión que en clave de comedia satírica incluyera una crítica a los peores vicios del corporativismo neoliberal desde un punto de vista pormoderno (¿Con Legos? ¿Por qué no?) Ello se traduce en chistes sobre lo peor de Starbucks, la música pop, la automatización, etc.

Sin menoscabo de la originalidad de la película, es preciso señalar que esta no se traduce del mismo modo en su narrativa, la cual mantiene elementos que recuerdan mucho a situaciones ya vistas en otras cintas como, por ejemplo, en la trilogía “The Matrix” (1999-2003), en donde Estilo Libre podría considerarse una representación de Trinity, Vitruvio, de Morpheus y así. Del mismo modo, la inclusión de actores humanos en servicio de la historia animada ya había sido explorada en mayor o menor medida en cintas como “Bob Esponja, la película” (2004) o WALL-E (2008). Pero a diferencia del remedo, esta suerte de intertextualidad es jocosa, por lo tanto siempre es bienvenida.

Como dato final, es importante aclarar que el 3D en “La gran aventura Lego”, si bien entrega a veces una grata sensación de miniatura en movimiento, no aporta de manera significativa al espectáculo.

La película puede considerarse  cualquier cosa, menos predecible. Con un ritmo vertiginoso, el filme atrapa por la calidad de su animación, su estilo satírico y su humor ágil e inteligente. Plagado de referencias a la cultura popular, la historia, más que una estrategia de marketing de 100 minutos, parece haber sido creada con la finalidad de entretener en base a la construcción pura de personajes y desarrollo narrativo, lo que convierte a “La gran aventura Lego” en una experiencia sorprendente de alto valor para todo tipo de espectador.

© Hugo Díaz

La gran aventura Lego

(The Lego Movie)

Dirección: Phil Lord, Christopher Miller

Guión: Phil Lord, Christopher Miller, Dan Hageman, Kevin Hageman

Elenco (en inglés): Chris Pratt, Will Arnett, Elizabeth Banks, Liam Neeson, Allison Brie, Will Ferrell, Morgan Freeman, Jonah Hill, Channing Tatum, Anthony Daniels, Billy Dee Williams

Australia/EE.UU./Dinamarca, 2014, 100 minutos, todo espectador

 

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1 Comment

  • me encantó la peli ♥ la crítica social que tiene y ese sarcasmo que tanto entretiene 😛

    Buena crítica!

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